Yo leí este libro en Jánico, Santiago de los Caballeros
¿Quién habrá encontrado el libro? Esperemos respuesta.
El movimiento ya se repitió en Colombia y en Costa Rica.
Según una encuesta sobre los hábitos de lectura llevada a cabo por La Fundación El Libro y la Universidad de San Andrés para la 33º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el principal motivo de la lectura de libros es el placer (38% de los encuestados), seguido del estudio (33%), la necesidad de informarse (14%) y por trabajo (10%).
Del 13% que no lee libros, un 40% no lo hace porque no le gusta o le aburre, un 37% por no tener tiempo y un 28% debido al costo de los libros.
En promedio, la mayoría lee entre 1 y 5 libros al año, y son las novelas, los libros de estudio o manuales y los clásicos los que encabezan el ranking de los más leídos. Entre éstos, el 40% compra los ejemplares, un 27% los pide prestados o se los regalan, el 13% los obtiene del colegio o la universidad, un 8% los descarga de Internet y un 6% los busca en la biblioteca pública.
Con este panorama, y tomando como disparador un concurso realizado por el diario argentino Clarín, surgió una suerte de movimiento que se denominó “Yo leí este libro”.
Con la intención de fomentar la lectura, se empezaron a dejar libros en la calle con una serie de instrucciones que explicaban qué hacer luego de encontrar el libro; esto era, leerlo, desde ya, y dejarlo en algún lado para que otro lo lea.
El movimiento llegó a la radio (en Perros de la calle), la TV (en un programa educativo de Canal 7, Foro 21), a Facebook, formó su blog, http://www.yoleiestelibro.blogspot.com y los autores –estudiantes de la Asociación Argentina de Agencias de Publicidad- lo presentaron en el Pecha Kucha Night volumen 13.
Además trascendió fronteras: la idea fue tomada por gente de Colombia y recientemente también llegó a Costa Rica con el libro de Mario Benedetti El amor, las mujeres y la vida.
“Conseguimos los libros comprándolos de nuestro bolsillo y de donaciones que nos hacen amigos y gente que se entusiasma con el proyecto. Igualmente, en el blog están las instrucciones para que aquel que quiera, las baje y deje libros por su cuenta”, explicaron Federico Sordo y Germán Barbato, dos de los autores de este proyecto.
Con respecto a dónde se dejan los libros, explicaron: “Tratamos de dejarlos en lugares como bancos de plaza, cajeros automáticos, cibers, para que parezcan olvidados”.
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http://adlatina.com/notas/noticia.php?id_noticia=33606
Agracecimiento: A la periodista dominicana Naivi Frías por dar a conocer este movimiento a un grupo de periodistas compatriotas sensible al tema.